LA PLAYA MÁS LARGA DEL LITORAL GUIPUZCOANO Y MUCHO MÁS

La playa más larga del litoral guipuzcoano, con 2,5 km de longitud y conocida como “la reina de las playas” es solo uno de los atractivos de este pueblo costero que lleva siendo destino turístico internacional desde el siglo XIX. Surf, gastronomía y naturaleza se respiran en un entorno que refleja la esencia de la identidad de Gipuzkoa.

Desde sus orígenes como pueblo pesquero hasta la desaparición de la ballena del Cantábrico, Zarautz ha sido un punto de encuentro de gente local. Y, hoy en día, sus virtudes como destino turístico se conocen internacionalmente.

Su extenso arenal es un paraíso para disfrutar de un día de playa, así como para principiantes y profesionales del surf, y en sus escuelas ubicadas a lo largo de todo el pueblo jóvenes, familias y mayores disfrutan años tras año por primera vez de esta experiencia de contacto directo con la naturaleza. Pasendo por su extenso malecón podemos disfrutar de un ambiente local, con exhibiciones de “herri kirolak” (deportes vascos) muchos fines de semana, conciertos, terrazas y un ambiente cálido y jatorra (en euskera, agradable) cualquier día del verano o cualquier fin de semana del año.

Adentrándonos en el casco viejo, a pocos minutos de la playa, nos sumergimos entre callejuelas adoquinadas con una esencia de pueblo pesquero que hace que cualquier charla en una de sus terrazas o una tarde de tiendas se convierta en una experiencia relajante. En sus tabernas nos esperan largas barras de pintos, podemos ver el ambiente de los baserritarras (caseros) de lunes a sábado en el mercado que está en el centro del pueblo y dejarnos conquistar por la simpatía de su comercio local. Porque en Zarautz la expresión “Ongi etorri” la vamos a escuchar allá donde paremos. Un lugar como este, atractivo para el turismo desde hace décadas, sabe cuidar bien al visitante.

Pero Zarautz no acaba aquí, si continuamos caminando por el malecón llegaremos a las dunas del Biotopo de Iñurritza. Aquí se mezclan aguas saladas y dulces junto con una vida animal diversa y abundante, donde las gaviotas vigilan de cerca la marisma y su abundante vegetación. Y , por último, no podemos dejar Zarautz sin disfrutar del paseo hasta el Cargadero de Mollarri, donde antiguamente se almacenaba todo el mineral extraído de las minas de Asteasu. Desde aquí, las vistas de Zarautz con Getaria de fondo, especialmente al atardecer, son un auténtico espectáculo.

Información extraída de la web de turismo de la Diputación Foral de Gipuzkoa